Un infarto puede afectar a personas de cualquier edad, en cualquier circunstancia de salud que tengan y además sigue siendo una de las primeras causas de muerte en el mundo, espero que este artículo les sea de suma ayuda.
¿No duele un infarto? el que dijo eso, es una persona que nunca ha tenido uno, estas son las palabras de un cardiólogo en una charla de salud que estuve una vez en la Clínica Bíblica. Así que cuando un infarto está sucediendo empieza con un dolor profundo sobre todo en el pecho.
Vamos a suponer, que son las 8:25pm y que en este caso, la persona está sola en casa, después de un día difícil, realmente cansado, molesto, disgustado, con un pésimo humor, entonces de repente un dolor realmente fuerte invade su pecho.
El dolor se prolonga, empieza a desplazarse hacia fuera del brazo y en algunos casos llega hasta la mandíbula, además nuestro ejemplo, está muy lejos de algún hospital o centro médico, el más cercano está a 10km, desafortunadamente en esta emergencia no se asegura que llegue a tiempo a recibir atención y si lo hace que salga bien librado, tal vez ya sea tarde.
Y quizá la víctima, esté capacitada para atender una emergencia y tenga conocimientos sobre ¿Cómo realizar una resucitación cardiopulmonar? (RCP) pero nunca se dan instrucciones o cursos de cómo realizar resucitaciones a uno mismo. Dado que muchas personas se encuentran solas al momento de un paro cardiaco, tienen que saber, que este es un proceso de latidos cada vez más lentos y equivocados, es decir, el corazón está latiendo mal y además empieza a sentirse débil, sólo tiene una oportunidad de 10 segundos antes de perder totalmente el sentido.
Entonces, lo que pueden empezar a hacer por ellas mismas es toser repetida y vigorosamente, con una respiración profunda antes de cada vez que tosa, la tos debe ser profunda como produciendo flemas a lo interno del pecho para expulsar. Estas, la respiración y la tos, deben repetirse aproximadamente cada dos segundos sin detenerse, por lo menos hasta que llegue la asistencia o hasta que sienta palpitaciones del corazón un poco más aceleradas.
Las respiraciones profundas hacen el trabajo de enviar oxígeno a los pulmones y los movimientos de la tos exprimen el corazón y mantienen la sangre en circulación. La presión de apretar el corazón también ayuda a recuperar el ritmo cardiaco regular, de esta manera las víctimas de un ataque al corazón logran llegar más estables o incluso con vida a un hospital.
Las personas hipertensas o con problemas cardiacos deben recordar llevar una vida con alimentación saludable, realizar ejercicios (sin abusar o esforzar demasiado el corazón), no fumar, controlar la presión regularmente, dormir bien, cuidar las ingestas de alcohol y llevar una vida más relajada y sin preocupaciones o sobre saltos.
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