¡Afrodita somos todas!

Para la antigua civilización griega, Afrodita, era la diosa del amor, de la belleza, de la lujuria, la reproducción y la sexualidad; si bien en la cultura moderna popular ha querido reducir y limitar el alcance de Afrodita únicamente al amor, para los griegos, como bien señalamos líneas arriba, Afrodita, era algo más, y el amor no se circunscribía al amor romántico, sino a la atracción física y sexual.

Podemos sentir amor por muchas personas, cosas, etc., aunque, es más común que cuando se habla de amor se esté haciendo referencia a aquel sentimiento de enorme aprecio que se tiene por una pareja, por aquel del cual se está enamorado, y que además nos despierta la pasión y la necesidad de encontrarnos íntimamente con esa persona.

Pero el amor más importante es el que sentimos por nosotros mismas, cuando nos consentimos, cuando nos damos nuestros gustos y finalmente, nos vemos frente al espejo, felices y contentas con el reflejo que nos devuelve una imagen que debemos amar y enorgullecernos.

En la búsqueda de esa imagen perfecta de nosotras mismas, munchas solemos cometer algunos errores: al buscar al médico o al especialista incorrecto por no saber cuáles son los mejores en el ramo, porque no tenemos el dinero suficiente para darnos un gusto mayor o simplemente por recomendaciones que no siempre son las mejores. Por eso, hoy afrodita quiere ayudarte a buscar los mejores consejos, los mejores especialistas y los mejores procedimientos

En el mercado, como en internet, hay de todo y a todos los precios, pero saber quiénes son los mejores, los procedimientos de última generación y cuáles son las personas o empresas de renombre, para no equivocarnos, es fundamental antes de someternos a procedimientos de los cuáles luego nos podríamos arrepentir. Al fin y al cabo, los procedimientos estéticos que nos realizamos son inversiones a largo plazo y tanto el cuerpo como el dinero lo debemos cuidar muy bien.

Este blog, nació a partir de una serie de experiencias que hemos vivido tanto yo, como mi madre y algunas otras mujeres amigas y familiares, quienes hemos buscado una forma de vernos más bellas, de sentirnos más hermosas de mejorar nuestra autoestima y nuestro visión del mundo. Ese que muchas veces es tan duro con nosotras.

Esas experiencias han sido dolorosas y en muchas ocasiones, como en mi caso, hasta traumáticas, tememos lo peor y sentimos mucho miedo en los procedimientos de recuperación y lo peor de todo es que al final, los resultados no son lo que esperábamos. Y eso, créanme, duele en el alma.

Yo no quiero que ninguna mujer más pase por lo mismo que hemos pasado en mi familia, por lo que he pasado yo. No quiero que se derramen más lágrimas por culpa de personas inescrupulosas o irresponsables.

Hagamos un viaje juntas y disfrutemos de lo que la vida y la ciencia nos da, pero tomando las mejores decisiones.